Suspiro flamenco, pausa provocada ante el floreado estilo y diversos colores que provoca como su bien nombre dice, este espectáculo dulcificado por la gran figura Manuela Carrasco. Sentimientos a flor de piel, anhelo, alivio, fuerza pura, ilusión, embrujo, los que nos hace sentir.
El aire que despiden sus movimientos, sus brazos de Diosa, llevan la voz del encuentro de culturas, del arranque de la historia del flamenco con los sueños actuales. Sus distintas formas de mover su cuerpo, sus maneras, su porte de mujer gitana, surgen de lo antiguo para encontrarse con nuestro tiempo. En éste experimento que penetra, con un gran respaldo musical, convergen tarantos, alegrías, fandangos ó tangos, en los que La Faraona del baile nos muestra su grandeza, lo que le ha valido el reconocimiento como Hija Predilecta de Andalucía, Premio Nacional de Danza ó Embajadora de la Paz.
Bailaora autodidacta, Manuela Carrasco (Sevilla, 1954) debuta con solo once años en el tablao La Cochera de Sevilla, dejando constancia de su arte aprendido desde muy niña. Emparentada con los Cordobeses y los Camborios, familias de renombre dentro del mundo flamenco, a muy temprana edad forma parte de la compañía de Curro Vélez, con quien giró por Europa durante dos años. En su regresó a España trabajó un año en el tablao Los Gallos de Sevilla y en Los Canasteros de Madrid como primera figura. Juan de Dios Ramírez Heredia la llama «la Diosa del flamenco» por su esbelta figura, estatura y belleza, y por la fuerza de su baile gitano, sobrenombre por el que es conocida desde esa época.
Dónde: Teatro Alhmabra - Molinos, 56; Granada
Dónde: Teatro Alhmabra - Molinos, 56; Granada
Cuándo: lunes 23 de abril a las 21 h.
Entrada: 17 €
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