Artwork Sweet Slim Jyma
Hoy tenemos la suerte de contar con Juan Andrés García Román (Granada, 1979) y su poema "Toda la vida es mundo", que ha sido cedido amablemente por el autor para su publicación en Asómate a Granada.
Con el poemario "Perdida latitud" resultó ganador del VII Premio de poesía joven Antonio Carvajal y fue publicado por Hiperión en 2004. Un año después aparecería "Las canciones de Lázaro" en Rialp, con el que ganó el Premio Florentino Pérez-Embid de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Con "El Fósforo astillado" (DVD Ediciones, 2008) consiguió el Premio de Poesía Hermanos Argensola 2008. El año pasado publicó "La adoración" (DVD Ediciones, 2011).
Su poesía ha sido parcialmente traducida al italiano, inglés y búlgaro y ha sido recogida en diversas antologías de poesía actual:
- Granada, En lo Oscuro y en el Agua, Huelva, Diputación Provincial de Huelva, 2006.
- Deshabitados, Granada, Diputación de Granada, Colección Maillot Amarillo, 2008, coordinada por Juan Carlos Abril.
- Antología del Beso, poesía última española, Málaga, Mitad Doble Ediciones, 2009.
- La inteligencia y el hacha. Un panorama de la generación poética de 2000, Madrid, Visor, 2010, coordinada por Luis Antonio de Villena.
También ha traducido al español a R. M. Rilke y F. Hölderlin, ambos en DVD.
© Fotografía: Pilar González
Toda la vida es mundo
la cama de mi hermano
paralela a la mía como un signo de igual
ni su cuerpo en ella como un parterre.
Cuando las plantas de nuestros pies ya no señalen el amanecer.
Cuando mañana me levante
y me saquen sangre en una sala blanca, sin interior;
cuando me pongan una pulsera de goma
y al final del brazo del sillón se cierre un puño
y se abra una mano como soltando algo o como
tomando prestado algo al Señor.
Cuando mañana me levante temprano para ir al colegio
pero en mi pupitre esté sentada la muerte niña.
Cuando mirando la sombra de los objetos
me ponga nostálgico y piense
cómo ha pasado el tiempo, cómo
han cambiado los ojos
de repente.
Cuando por escapar de la vida meta la cabeza en la soga
pero el resto del cuerpo no quepa
y me quede colgando del cielo
y contemplando
la cabeza del cuerpo del Señor,
las rodillas del cuerpo del Señor,
el corazón del cuerpo del Señor.
Cuando mañana suene el despertador
pero la luna, podrida, tenga un gusano,
cuando llueva tanto que se me encharque
el pulmón y, entalleciendo en primavera,
me conduzca junto a mis maestros viejos,
los que echaron la rama de un bastón
y murieron goteando en las cátedras
de un colegio futuro
y un recreo de niños albinos y felices.
Inédito
1 comentarios:
Siempre la poesía me ha causado mucho asombro. De hecho en este momento me encuentro en manhattan nueva york pudiendo consumir diferentes poesías de todas partes del mundo. Me da mucho placer apreciar ese arte
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