Ya tenemos aquí las Rebajas de enero. Ha terminado la Navidad, con los regalos de Reyes y comenzamos la “cuesta de enero” con las Rebajas, que no viene nada mal.
Como el anuncio de los famosos grandes almacenes, colas, esperas y carreras por conseguir las mejores gangas. Puede que la situación del anuncio sea una “recreación” fantaseada, pero tampoco está tan alejada de la realidad. Estos días, las colas interminables para pagar se suceden en más de un establecimiento.
Como es habitual por aquí, seguimos abogando por el “consumo responsable”. No se trata de no consumir, sino de hacerlo con cabeza. Los precios con descuentos del cincuenta por ciento o más son de lo más atractivo, pero tenemos que intentar que no se nos nuble el sentido y terminemos por llevarnos a casa todo tipo de prendas rebajadas pero que nunca nos vamos a poner.
En esto de las compras en rebajas, hay ciertas cosas que son de lógica, pero no está de más recordarlas:
- Evitar las compras compulsivas motivadas por el precio. Para hacer las cosas bien, y antes de lanzarnos a la caza de gangas, conviene pensar un rato sobre nuestro armario y ver qué necesitamos realmente. Y hacernos una lista de la compra, como cuando vamos al supermercado, para no llegar a casa cargados con cosas que no teníamos previstas y que sólo las hemos comprado porque estaban baratas.
- Tampoco viene mal hacer un presupuesto aproximado de lo que se quiere gastar.
- Centrarse en lo que nuestro vestuario necesita. Puede que ese vestido de fiesta esté super rebajado e incluso haya una oferta de dos por uno, pero si tienes diez vestidos de ese tipo en el armario y ninguna ocasión para lucirlo a la vista, a lo mejor puedes invertir en otras prendas que sí te vas a poner. Es igual de válido para esas plataformas de 15 cms, o ese blazer de lentejuelas, ese abrigo de pelo de colores.
- A pesar del párrafo anterior, también las rebajas son para darse ese capricho que llevamos toda la temporada viendo y que sabemos que no se va a convertir en nuestra prenda de diario, pero que nos apetece tener. Aquí entrarían esas plataformas de 15 cms, el blazer de lentejuelas, los botines de purpurina, el abrigo de pelo de colores...
- Ojo con las tallas. Sí, ese vaquero pitillo o esa falda de tubo están a la mitad de su precio y son ideales, pero es una (o dos) tallas menos que la tuya. “Para cuando adelgace...” no es la mejor de las justificaciones, probablemente se queden en el armario con la etiqueta puesta.
- Las rebajas son una ocasión estupenda para completar y mejorar nuestros armarios...
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