Aunque este año el buen tiempo ha durado más de la cuenta, el invierno es el invierno y en diciembre hace frío. En esta época la ropa cumple más que nunca su función “protectora” ante las inclemencias del clima, y la prenda por excelencia destinada a ese fin es el abrigo.
En esto de la moda, “para gustos, los colores”, y si no queremos perecer en medio de la marabunta de las tendencias, conviene tener algunas cosas claras en esto de los abrigos.
Este año se llevan los abrigos de colores, las “bombers”, las chaquetas de “baseball”, las chaquetas de pelo, los abrigos largos, las capas, los abrigos “sixties”, las chaquetas militares, los abrigos masculinos, los marineros, las parkas...
Y ahora ¿qué hacemos? Comprarse un abrigo de cada tendencia parece cuanto menos, una locura. Entre otras cosas, porque cada año, comprarse 10 abrigos nuevos es inviable, entre otras cosas, por la cantidad de espacio que puede suponer una colección de abrigos nueva por temporada (en vez de gastar en abrigos, invertimos en una casa nueva con cientos de armarios...)
Todo esto es una exageración, por supuesto. En el tema de las prendas de abrigo, lo que interesa es que sean de calidad, prácticas y que cumplan su función. Un abrigo dura varias temporadas (aunque se empeñen en que no), así que es conveniente que sea lo más atemporal posible. En tonos neutros (camel, negro, azul marino...) que combinen con el resto de nuestra ropa de invierno. La calidad es importante y no hay que pasarla por alto, ya que no deja de ser una prenda cara que supone una inversión.
¿Un buen fondo de armario de abrigos? Cada una sabe las prendas que necesita para las diferentes ocasiones, pero un buen abrigo de paño, una cazadora, un plumas, un abrigo de entretiempo y una gabardina, te sacan de muchos apuros. Ah! Y por supuesto, siempre apetece tener algún capricho, como un abrigo de pelo, de estampado de leopardo, de color fuerte...¡Claro que sí!
Cristina Domens Ventura,
0 comentarios:
Publicar un comentario